A finales del siglo IV comienza la etapa de las invasiones de los pueblos germanos, que acabarán con la caída del imperio romano de occidente. Los visigodos son los primeros que entran en el imperio cruzando el río Danubio en el año 376. Al principio llegan a un acuerdo con los romanos y se asientan al sur de este río, pero más adelante se rebelarán y comenzarán a saquear los territorios el imperio. En el año 378 tuvo lugar la batalla de Adrianópolis, en la que perdería la vida el emperador Valente y que llevaría a los visigodos a recorrer casi todo el imperio hasta asentarse en Galia e Hispania. Amiano Marcelino vivió estos acontecimientos y nos cuenta qué fue lo que sucedió.
Junto a los visigodos, otros pueblos germanos fueron cruzando las fronteras del imperio y se asentaron en él. La parte occidental del imperio romano quedó dividida en varios reinos creados por los germanos (visigodos, vándalos, francos, anglos, sajones, burgundios, suevos, ostrogodos). El imperio oriental sobrevive a las invasiones.
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