Como has estudiado en la unidad 2, hasta la libertad de cultos establecida por Constantino en el 313, en el Imperio Romano estaba prohibida la práctica de cualquier religión diferente a la tradicional. El cristianismo se iba extiendo por los territorios del imperio y se desataron persecuciones contra algunos de sus seguidores. Muchos fueron torturados y ejecutados y siglos más tarde la Iglesia los acabaría declarando santos. Ese es el caso de las dos protagonistas de nuestra actividad, las santas Justa y Rufina.
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